Tipos de aceites y errores congénitos del metabolismo (ECM)
Es importante, dentro de lo posible, mantener una dieta saludable y adecuada para cubrir los requerimientos nutricionales de tu hijo con un ECM.
Los aceites son alimentos grasos de consistencia líquida, que se componen fundamentalmente por triglicéridos (glicerol esterificado por tres ácidos grasos) y por otros componentes, en un porcentaje menor, como fosfolípidos, esteroles, vitaminas A, E y otras.
Los aceites han tenido gran importancia en la alimentación de distintas culturas y desde épocas prehistóricas. Su consumo ha evolucionado enormemente, tanto en cantidad como en calidad, y cada vez hay más variedad de aceites, sobre todo los procedentes de vegetales.
Desempeñan un importante papel, al contribuir a que los alimentos nos sean gratos al comerlos. Des del punto de vista nutricional, su importancia radica en el elevado poder calórico, además de aportar ácidos grasos esenciales poliinsaturados, y son el vehículo de vitaminas liposolubles A, D y E.
Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) forman parte del cerebro, la retina y otros tejidos nerviosos. Además de su papel importante en el desarrollo neurológico en la infancia y en la función visual, estos ácidos grasos tienen efectos antinflamatorios, son antiagregantes plaquetarios, mejoran la hipertensión y la hiperlipemia.
Son muchos los estudios clínicos que han demostrados los efectos beneficiosos sobre la salud, sobretodo del omega 3 (ácido docohexanoico o DHA y ácido eicosapentanoico o EPA) y el omega 6 (ácido araquidónico o ARA). Por ello, las investigaciones se centran cada vez más en el estudio de estas grasas en enfermedades crónicas, como enfermedades neurológicas, inflamatorias y en los errores congénitos del metabolismo.
Los AGPI esenciales (series omega 6 y omega 3) hay que consumirlos a través de la dieta, ya que el organismo no es capaz de sintetizarlos en cantidad suficiente para cubrir las necesidades nutricionales. Las principales fuentes de AGPI son el pescado azul, aceites vegetales y aceites de pescado, frutos secos, semillas, huevos entre otros.
Aspectos a tener en cuenta en dietas restringidas en proteínas
Las dietas de los niños con enfermedades metabólicas son restrictivas y debido a esto, cuando hay un error en el metabolismo de las proteínas (fenilcetonuria, tirosinemia, acidemias orgánicas etc.), el consumo de alimentos ricos en AGPI, como pescados y frutos secos, es nulo.
Es importante que, a pesar de la dieta restrictiva, en la edad pediátrica nos aseguremos el aporte de AGPI en el niño con una enfermedad metabólica para lograr un desarrollo neurológico óptimo.
Además de la suplementación farmacológica o de las fórmulas especiales para ECM que ya están suplementadas, se pueden incorporar los aceites vegetales y animales ricos en omega 3 y omega 6 (alternándolos para conseguir la proporción adecuada) que ayudarán a cubrir los requerimientos nutricionales.
En Guía metabólica hemos preparado una lista de aceites ricos en AGPI y sus propiedades, que se pueden incorporar en la dieta del niño con ECM.
Tipos de aceites
- Aceite de oliva: Es el más común en nuestro medio, es rico en ácido oleico (omega 9), y en menos proporción en omega 3 y 6. Hay tres tipos: aceite de oliva virgen, aceite de oliva y aceite de orujo de oliva. El aceite de oliva virgen extra es el aceite por excelencia ya que no ha sufrido ningún proceso químico y tiene la mayor proporción de ácido oleico.
- Aceite de nuez: Se obtiene por presión en frío y no precisa refinado. Es el más rico en omega-3. Se oxida y enrancia con mucha facilidad, por lo que se recomienda usarlo en crudo.
- Aceite de girasol: Se obtiene del prensado de las semillas del girasol y sufre un proceso de refinado. Su componente mayoritario es el omega 6, y en menos proporción el ácido oleico.
- Aceite de soja: Se obtiene a partir de las semillas de la legumbre. Aunque la planta es de Asia oriental, actualmente su cultivo se ha extendido por todo el mundo. Posee una cantidad elevada de oleico y omega 6.
- Aceite de lino: Sobre la composición química y nutricional del aceite de lino, destaca su contenido en ácidos grasos omega 3 y su equilibrada proporción entre estos y los omega-6.
- Aceite de maíz: Se obtiene del germen del maíz y contiene un elevado contenido en AGPI especialmente omega 6, en más de un 50%.
- Aceite de canola: Se obtiene de las semillas de colza, es de bajo contenido en ácidos grasos saturados y tiene interés nutricional por su contenido en insaturados (alto en oleico y omega 3 y 6).
- Aceite de semillas de sésamo: Este aceite es rico en oleico y omega 6 y contiene cantidades importantes de vitamina E, por lo que se conserva bien.
- Aceites de pescado (ej. hígado de bacalao): Predominan los AGPI omega 3, concretamente EPA y DHA. Los ácidos grasos se oxidan fácilmente y no suelen usarse de forma habitual como grasa comestible, sino que se hidrogenan y refinan. Actualmente, se obtiene productos purificados de aceites marinos ricos en EPA y DHA para su uso en alimentos funcionales y dietéticos, o como suplementos.
Imágen Aceites de Cottonseed Oil en Flickr (CC BY 2.0)
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