Cómo adecuar la alimentación durante el verano
Si tu hijo o hija realiza alguna dieta especial para su ECM, debes tener en cuenta siempre las indicaciones médicas.
El verano es una época en la que la mayoría de los niños tiene horarios distintos al resto del año al estar de estar de vacaciones. Suelen levantarse más tarde, su día alarga y se acuestan más tarde, tienen más tiempo de ocio, etc.
Este cambio en la rutina puede ocasionar cambios en el patrón de su dieta habitual, como por ejemplo los horarios de las comidas, en el número de ingestas al día, ya que algunos se saltan comidas. Y también consumen alimentos poco habituales durante el curso, como los helados, etc.
Otros factores que debemos tener en cuenta en época de calor es prestar especial atención a:
- Aumentar el consumo de líquidos para evitar la deshidratación.
- Incrementar el consumo de alimentos ricos en vitaminas antioxidantes, como frutas y verduras. El sol favorece la síntesis de vitamina D pero también es un potente oxidante celular, contribuyendo al envejecimiento y la aparición de alteraciones en la piel.
En Guía metabólica hemos preparado unas recomendaciones específicas para que los niños mantengan una dieta adecuada durante el verano:
- Intentar mantener la dieta fraccionada, realizando como mínimo cuatro comidas al día (desayuno, comida, merienda y cena). Como los niños ya no van a la escuela, la mayoría se levanta más tarde y no hacen "la media mañana". En estos casos, recomendamos hacer un único desayuno completo que aporte algo de lácteo, pan o cereales y una ración de frutas.
- Aumentar el consumo de verduras frescas crudas, ya que así aseguraremos el aporte de vitamina C. Las verduras cocinadas llegan a perder entre un 40-80% de la vitamina. El verano es buena época para introducir el gazpacho y las ensaladas de patata, pasta, legumbres, o arroz, ofreciendo así alimentos en crudo como la zanahoria, el tomate crudo, pepino, pimientos, cebolla, etc. Además de esta forma también aumentamos el consumo de vitamina A.
- Las frutas también son fuente de vitamina C. Podemos preparar helados con fruta natural, macedonias o ensaladas de frutas, batidos con yogur, etc. El aguacate es un fruto rico en vitamina E, con acción antioxidante, por lo que también deberíamos aumentar su consumo durante el verano.
- Los aceites vegetales, los frutos secos y el pescado azul contienen ácidos grasos poliinsaturados como los omega 3 y omega 6, que tienen una importante función antiinflamatoria y antioxidante celular. Además, los aceites vegetales y frutos secos tienen un buen aporte de vitamina E, también importante reparador celular. Durante el verano no debemos olvidar que los niños consuman estos alimentos de forma habitual.
- En esta época, los niños suelen hacer más actividad física, ya sea en los talleres de verano, campamentos, en la playa, en la montaña, en el parque, etc, por lo que aumenta el gasto calórico. En estas situaciones, deberemos asegurar el aporte energético haciendo una dieta fraccionada en 5-6 ingestas al día y ofreciendo tentempiés después de la actividad. Se pueden dar frutas, frutos secos, yogures, batido natural de frutas con leche o yogur, y/o hidratos de carbono complejos, como pan o biscotes, cereales desayuno, palitos de pan, alguna galleta, etc.
- ¡¡No nos olvidemos la hidratación!! Aumentar el consumo de líquidos en esta época evitará la deshidratación, sobre todo cuando los más pequeños estén al aire libre durante las horas sol más intenso. También es recomendable llevar una botella de agua con nosotros, especialmente los día de mucho calor.
Esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda y que disfrutéis del verano en familia.
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