Podemos afirmar que casi todos los niños tienen algún tipo de actividad extraescolar. Las hay deportivas (en grupo o individuales), creativas (música, danza, pintura…) o de idiomas. O bien otras fuera del horario escolar que son necesarias por alguna dificultad en el aprendizaje o el desarrollo: repaso, logopedia, fisioterapia…
Separaremos este segundo grupo de las primeras, ya que, aunque ocupan el tiempo después del colegio, no han sido “elegidas” por los propios niños y tienen una función de suplementar el aprendizaje.