Algunos niños con enfermedades metabólicas se alimentan con una dieta triturada debido a que tienen dificultades para la masticación por falta de tono muscular o porque presentan disfagia a alimentos sólidos.
En estos casos es importante adaptar la alimentación a la situación fisiopatológica y que a su vez, ésta, cubra los requerimientos nutricionales necesarios para el adecuado desarrollo y crecimiento del niño.